Hablan los Expertos

Cosas que producen cáncer 

El cáncer es una de esas enfermedades que, sorprendentemente, causan gran preocupación a casi todo el mundo y sin embargo no activan cambios de conducta, rutina o hábitos de riesgo en las potenciales víctimas hasta que es demasiado tarde. 

El cáncer es también un asunto alrededor del cual ciertos oportunistas y charlatanes desarrollan su influencia para aprovecharse de pacientes y familiares que experimentan la desesperación de sufrir una enfermedad que se asocia inevitablemente con la muerte o para vender supuestos remedios que protegen al organismo de sus efectos. 

Desde Vive Sano queremos dar cuenta de las circunstancias y conductas de riesgo que facilitan la aparición de la enfermedad, sin que ello oculte la importancia de su otra etiología: la herencia. 

Agentes exteriores que favorecen la aparición del cáncer  

  1. Contaminación aérea. El aire contaminado por sustancias tóxicas sólidas o gaseosas produce efectos inmediatos en los pulmones, corazón y riesgo sanguíneo de las personas afectadas. No siempre dichos efectos se asocian con cáncer, pero la exposición continuada puede producirlos. En particular, se atribuye a la combustión de los motores diésel la producción de más de treinta componentes que producen cáncer de pulmón. También se ha demostrado una relación directa entre las emisiones de la combustión doméstica del carbón y el cáncer pulmonar. 
  1. Radiación solar. El sol es la fuente natural de rayos ultravioletas, necesarios para la vida pero perjudiciales cuando se toman en exceso. La costumbre de recibir largos baños de sol es perjudicial para la piel en todo caso, y puede convertirse en cáncer con una gran facilidad en los casos de piel blanca y  
  1. Rayos X y gamma. Generalmente asociados a ciertos tratamientos médicos o equipos, la radiación puede afectar tanto a pacientes como a profesionales de la salud, produciendo cánceres de esófago, colon, pulmón y daños cerebrales. También se asocia con el cáncer renal y pélvico el tratamiento de  pacientes con medicamentos que contienen fenacetina. 

Actividades cotidianas  

  1. Fumar. Fumar produce cáncer y no solo de pulmón; también en la boca, estómago, colon, mama y genitales. Se trata de una realidad científica que algunos fumadores se resistente a creer, escondiéndose a veces en argumentos tan inconsistentes como: “mi padre fumó desde los 14 años y falleció a los 84 sin cáncer”. 
  1. Aspirar humo de tabaco. El fumador pasivo sufre el riesgo de padecer cáncer en un 400% sobre el no fumador pasivo. Este dato debería suficiente para que los padres no fumen en presencia de sus hijos, al menos hasta que se complete su desarrollo; sin embargo, no parece que a todos los progenitores les parezca riesgoso para con sus hijos pequeños fumarse unos cigarrillos en la sobremesa. 
  1. Beber alcohol en exceso. El abuso del alcohol está directamente vinculado al cáncer de mama, colorrectal, laringe, hígado, esófago, y, probablemente páncreas.  

Los especialistas recomiendan la moderación en el uso de las bebidas alcohólicas, En general, puede considerarse como moderada la ingestión de uno o dos vasos de vino, una lata de cerveza o unos 4 centilitros de cualquier bebida de 80º o más (vodka o whisky, por ejemplo). Por el contrario, no existen pruebas de que el consumo de vino tinto reduzca el riesgo de contraer cáncer. 

  1. Dieta. Comer carne procesada. El problema se encuentra en los aditivos y en el procesamiento más que en la materia prima.  

Dieta rica en alimentos condimentados con productos altos en nitrato. Se relaciona con el riesgo de cáncer nasofaríngeo.  

  1. La radiación ultravioleta. La sobreexposición sin medidas protectoras a los rayos solares es peligrosa; la simple exposición a los rayos ultravioletas de las camas solares es cancerígeno hasta el punto de que la OMS desaconsejó su uso por su incidencia en el melanoma maligno. 
  1. El consumo de agua rica en arsénico, que se encuentra en aguas potables de origen subterráneo está relacionado con cánceres de hígado, riñón y vejiga.   

Actividades profesionales de riesgo 

En general, cualquier actividad profesional que implique el trabajo en entornos contaminados con polvo de cualquier clase debe considerarse como una actividad riesgosa. 

Entre dichas actividades destacan las que tienen que ver con: 

  • Operaciones con calzado (cáncer nasal y leucemia), por el polvo de cuero, benceno y otros componentes para la fabricación de zapatos. 
  • Las relacionadas con muebles, por la exposición al polvo de madera y pegamentos (cáncer nasal). 
  • La pintura industrial (cáncer de vejiga, leucemia y pulmón), por causa del benceno y otros minerales en cantidades elevadas. 
  • La limpieza de chimeneas (cáncer de escroto). 
  • Manejo de hierro y acero (cáncer de pulmón). 
  • Manejo de caucho (cáncer de pulmón, vejiga y leucemia). 
  • Exposición directa al carbón gasificado (cáncer de pulmón). 
  • Manejo de aluminio, por la exposición de limadura de aluminio, vapores de productos químicos para su tratamiento y al benceno (cáncer de pulmón y vejiga). 
  • Fabricación de tintes para el cabello, por la exposición a auramita (cáncer de vejiga). 
  • Exposición a minerales radiactivos durante el proceso de extracción (radón, por ejemplo) 

Edad 

  • La edad es el factor más importante para el desarrollo del cáncer; de hecho, la mitad de los diagnosticados tienen más de 65 años. Sn embargo, hay algunas variantes de la enfermedad que aparecen incluso en jóvenes o niños, como el neuroblastoma o la leucemia (según el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos, el 10% de los casos de leucemia y cáncer de huesos se diagnostican en menores de 20 años. 

Elegir hábitos saludables y mantener la moderación en las costumbres reduce el riesgo de sufrir cáncer. 

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