Importancia del cepillado de dientes
El cepillado de los dientes es una de esas actividades cotidianas a las que no solemos prestar mucha atención, quizá por falta de conocimiento sobre la importancia de realizar la actividad en la forma correcta y durante el tiempo preciso.
El cepillo dental es el instrumento básico de la higiene de la boca, por lo que es importante elegir el más adecuado a la edad y a las características de la encía y la dentadura de cada persona.
Parte fundamental del cepillo son los filamentos o cerdas, que han ser de dureza suave o media para limpiar a fondo los dientes sin rayar el esmalte, proporcionando al mismo tiempo un suave masaje a las encías. Sólo en algunos casos quizá sea necesario utilizar un cepillo con filamentos duros, para eliminar manchas en el esmalte dental (tabaco, café etc.).
Los filamentos del cepillo han de ser de la mejor calidad, con puntas perfectamente redondeadas y terminación fusiforme para llegar hasta las cavidades más pequeñas de los dientes.
Hay que cambiar el cepillo cuando los filamentos están torcidos o desgastados. Un cepillo en mal estado puede dañar las encías y es totalmente ineficaz para la higiene bucodental.
La mayoría de los odontólogos están de acuerdo en que el cepillo de dientes se debe cambiar cada 3 meses, momento a partir del cual la efectividad para remover la placa bacteriana se reduce por debajo de lo aceptable debido a la pérdida de resistencia de las cerdas y de su efectividad para llegar a las áreas de la encía alrededor de los dientes.
También es importante cambiar el cepillo dental después de un resfriado, gripa o infección bucal o de garganta, debido a que los gérmenes pueden esconderse en las cerdas y reactivar la infección. Este inconveniente de los cepillos viejos se puede producir no solo tras una enfermedad del usuario sino por cualquier otra razón, por lo que el cambio frecuente de cepillo siempre está aconsejado.
La Revista Colombiana de Investigación en Odontología publicó un estudio encabezado por el doctor Uriel Muñoz Buitrago, en el que dio seguimiento a la efectividad de los cepillos microbianos durante tres meses.
Se tomaron muestras de los cepillos dentales cada mes a un grupo de quince personas que utilizaron cepillo anti-microbiano y otro grupo del mismo tamaño que ocuparon cepillo normal; pasado el tiempo de control se hizo un recuento microbiológico e identificación y el resultado fue que el 60% de los cepillos de cada grupo mostraron crecimiento microbiológico al primer mes de uso; en el segundo mes, el crecimiento fue de un 53.3% en el grupo con cepillo anti-bacterial y del 46.7% en el grupo con cepillo normal. En el tercer mes, el crecimiento aumentó a un 66.7% para el grupo anti-bacterial frente a 80% en el grupo con cepillo corriente.
A través de la prueba de U de Mann-Whitney se compararon las características de crecimiento bacteriano, resultando que los cepillos normales mostraron las bacterias Enterobacter cloacae y Escherichia coli en el segundo y tercer mes respectivamente.
Las razones por las que nuestros dentistas recomiendan cambiar de cepillo son contundentes.
¿Cuándo fue la última vez que cambiaste el tuyo?